¿Comerse las #uñas en realidad no es tan malo?

Comerse las uñas es un hábito muy común tanto en nenes como en adultos. Y por mucho tiempo, los especialistas coincidían en que esta práctica podía ser mala, ya que debajo de la uña se esconden microbios y bacterias.

Pero ahora, un estudio realizado por Universidad McCaster de Canadá y publicado en la revista Pediatrics, reveló que aquellos niños que se chupan el pulgar o se muerden las uñas son menos propensos a tener reacciones de tipo alérgico a una variedad de cosas que los que no lo hacen.

Los médicos investigaron a cerca de 1.000 personas desde el nacimiento hasta los 32 años y llegaron a la conclusión de que aproximadamente la mitad de las personas que se comía las uñas presentaba una salid más propensa a desarrollar alergias en la vida adulta.

Estos resultados se enmarcan en lo que es llamado la "hipótesis de la higiene", que señala que la exposición temprana a las bacterias, los virus y los alérgenos pueden preparar al sistema inmune a ser más fuerte y capaz de responder a cualquier ataque microbiano.

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