COSTUMBRES ¿Por qué nos arrodillamos cuando pedimos matrimonio?

Arrodillarse ante la persona amada es un rito que ha sido adoptado por varias culturas. Tiene origen en la Edad Media, cuando los hombres se ponían de rodillas ante los señores feudales y los reyes en señal de respeto, obediencia y lealtad. También es un gesto adoptado por los feligreses durante la misa (arrodillarse ante Dios).



En ambos casos, ponerse de rodillas es una señal de que estamos prometiendo respeto y lealtad a la persona que está delante de nosotros. Tiene que ver con entregarse a la otra persona por voluntad propia.

Otra tradición curiosa, que se sigue usando en varios países (en el nuestro cada vez menos por un tema presupuestario) es el anillo de compromiso. Este rito, comenzó en 1214, cuando el Papa Inocencio III introdujo una ley que instauraba un "período de prueba" entre el compromiso y la ceremonia de casamiento. Este tiempo era un precontrato para que los novios estuvieran seguros a la hora de dar el gran paso. Durante este tiempo, los novios eran obligados a llevar el anillo en señal de su compromiso.

Ya sabés, si te querés casar con tu pareja podés clavar tu rodilla en el suelo y abrir la cajita con el anillo, siguiendo la tradición, o imponer nuevas experiencias como el caso del valiente que grabó un tráiler y le hizo la propuesta en medio de una función de cine.

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