miércoles, 4 de marzo de 2020

TENDENCIAS La generación "medapaja": los riesgos del nuevo perfil de adolescentes

Estamos criando y creando una generación de adolescentes apáticos, abúlicos, en conexión absoluta con los monitores y con escasa conexión a las emociones. Con el acento puesto en los resultados y una dificultad enorme en encarar los procesos.


En los meses de verano, por ejemplo, uno de los puntos de conflicto esenciales es que los chicos pasan días y noches (aunque en realidad de día duermen hasta entrada la tarde), conectados a las pantallas.

No quiero caer en esta cuestión de que todo tiempo pasado fue mejor (porque tampoco lo creo), pero en este punto, cuando yo tenía 14 años (hace apenas cuatro décadas), no había redes sociales ni pantallas, sólo teléfonos fijos, si es que funcionaban.
Entonces salía a recorrer las casas de mis amigos, tocaba timbre a ver quién podía juntarse para pasar tiempo haciendo algo divertido.
Hoy a los chicos y chicas, con toda la tecnología a disposición como trampolín maravilloso para generar el encuentro, les pasa que "el exceso de fácil se les hace difícil".
Horas viendo si hacen algo, chequeando si alguien "pone casa" y, finalmente, cada quien por su cuenta, solos y solas con las pantallas.

Al don pirulero, cada cual atiende su juego, o sea, el de la vuelta en círculo alrededor del no poder concretar. Cuando les pregunto a mis pacientes adolescentes "¿Qué onda el finde? ¿Hiciste algo lindo?" Muchas veces la respuesta es: "No armamos nada, nos dio paja".
Entre la multitud de las redes sociales, armar un programa de dos o tres les parece poca cosa. Entonces se suelen quedar en compañía de sus teléfonos celulares, muy pero muy aburridos.
Estamos criando y creando, señoras y señores, a la generación del "medapaja".

Son hijos de padres y madres que responden rápida y positivamente al grito de: ¡Mamá, quiero jugo! mientras juegan a la play en su dormitorio y con aire acondicionado.
Hijos de padres y madres que se sienten culpables porque encima que tienen poco tiempo para estar en casa ¿van a poner límites, van a pelear, van a ser antipáticos?
Contagiemos ojos brillantes, mostremos que crecer está bueno y que la pasión y el entusiasmo son parte de nuestra vida.

Perfil de la generación del "medapaja"
✔️No leen libros, estudian del "Rincón del vago" (portal de la web con resúmenes listos para zafar)
✔️No hacen deporte, juegan FIFA 2020 en las consolas.
✔️No hacen programas, salidas y paseos si no son varios, ir de a 2 a tomar algo es poco, acostumbrados a las multitudes virtuales menos de 5 no es número suficiente.
✔️No caminan, viajan en Uber.
✔️No completan las carpetas en clase, usan fotos de WhatsApp que les pasan los que si lo hacen.
✔️No estudian durante el año, ellos son jugadores de diciembre y febrero.
✔️No reconocen errores, la culpa es siempre del resto del mundo.
✔️No recalculan ni anticipan las posibles complicaciones del vivir.
Lo que no saben es que en la vida no hay "checkpoints" o puntos de guardado, sino que se hace camino al andar.

Caja de herramientas para la prevención
✔️Dejemos que nuestros hijos se frustren.
✔️Permitamos el error, sin intervenir directamente.
✔️No facilitemos el hiperconfort desde la analgesia en el vivir.
✔️Alentemos actividades por fuera de lo escolar que les presenten desafíos saludables (artísticas, deportivas, etc.)
✔️Regulemos el uso de la tecnología desde que son pequeños.
✔️No negociemos ni naturalicemos el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, que son socios perfectos de la apatía y la abulia.
✔️Pero sobre todo, contagiemos ojos brillantes, mostremos que crecer está bueno y que la pasión y el entusiasmo son parte de nuestra vida.


Eduquemos pasión, eduquemos los sueños, no la modorra. Eduquemos ojos brillantes. Eduquemos el esfuerzo, porque sin esfuerzo nada interesante sucede en la vida.
Eduquemos chicos y chicas que no tengan problema en ir a comprar el pan, y es más, amasemos pan con ellos para que entiendan que las cosas buenas son el resultado de un proceso y esfuerzo personal.
Que el pan calentito que tienen en la mesa es resultado de una elaboración minuciosa y además fruto del trabajo de quienes lo compran.
No les demos la vida servida en bandeja, porque entonces les "dará paja" salir a pelear por sus ideales y triste vida tendrán nuestros hijos.
Porque acá lo más importante de esta nota: los jóvenes de estas generaciones tienen la pasión intacta, agazapada y presta para encarar la vida tan pronto como los adultos les mostremos el camino.
Nuestra tarea es dejarles señales para que entren al mundo adulto, y las señales que les estamos dejando son poltronas cómodas para que esperen la vida servida en bandeja. Y no resulta, y les quitamos la libertad porque quedan apresados en las limitaciones que nosotros mismos les ayudamos a construir.
Cambiemos las reglas del juego, armemos bloques de padres que sumen para darles a nuestros jóvenes lo que ellos precisan, podemos hacerlo, debemos hacerlo.
Como digo siempre, una vez más, ¡difícil pero no imposible!



*Alejandro Schujman es psicólogo especializado en familias.



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